viernes, 8 de enero de 2010

Lectura-6

Fomentar la lectura en los niños

Por Daniel Peláez Carmona

Una de las novedades que presentó la VIII Jornada del Libro Universitario Altexto 2006 que organiza la Universidad de Colima es el establecimiento de un área especial para los niños, a la que se le ha denominado Altexto Niños y en donde además de que pueden acceder junto con sus padres a una gran variedad de libros de distintas editoriales y de diferentes características, materias, formatos y dimensiones, tienen la posibilidad de junto con otros pequeños disfrutar de actividades como cuentacuentos, taller de pintura y de un ciclo de cine infantil.
Del 29 de agosto al 08 de septiembre en las instalaciones de la Pinacoteca Universitaria, o sea hasta este próximo viernes, quienes estén convencidos de que la lectura es una actividad que debe fomentarse en sus hijos, pueden acudir a este espacio que la Universidad de Colima ofrece no sólo a los universitarios, sino al público en general para comenzar junto con sus pequeños a deambular por este maravilloso mundo de la lectura.
Como bien se señala en la presentación del programa: “Buscando el fomento de la lectura como una fuente de placer y transmisión de cultura, que permite a los niños tener una amplia variedad de experiencias alrededor de la narración oral y escrita, surge Altexto Niños, un espacio en el que los más pequeños podrán acercarse y descubrir el maravilloso mundo de los libros”. Y es necesario decir que el acercamiento a la lectura no solo es para aquellos pequeños que ya saben leer y escribir, sino para todas las edades, porque el contacto con los libros, desde mi punto de vista, debe iniciar en los niños desde que comienzan a explorar con sus manos y sus ojos, es decir, que desde sus primeros meses ya pueden comenzar a tener contacto visual y de tacto con libros que están diseñados especialmente para estas edades.
Creo que uno de los principales elementos que nos pueden servir para contrarrestar la influencia nociva que puede tener la televisión es acercar a nuestros hijos con los libros, que nos sentemos con ellos a revisar textos que les llamen la atención, que les dediquemos un espacio de cada día a la lectura de textos no muy extensos, para que no se enfaden; se puede acercarlos a libros que solo tienen figuras y colores y poco texto, para que vayan aprendiendo nuevas palabras e identificando los objetos y acciones con los que tienen relación en forma cotidiana; o por ejemplo, adquirir un libro que tiene pegatinas o que requiera pintar, para que el niño trabaje y relacione la lectura con otras actividades manuales que los motiven, etc. En este espacio que ofrece Altexto niños podemos encontrar todas estas alternativas.
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos quienes trabajamos con estudiantes, en mi caso de nivel profesional, es la falta de hábito de lectura de los jóvenes que se refleja en una expresión oral y escrita muy limitada, con un vocabulario que se reduce a escasos 100 0 150 vocablos o menos, que no pueden elaborar un escrito propio de más de 5 renglones o que no pueden construir un discurso oral sin tartamudear o sin enfrentar serios problemas; además de que hay un déficit en la comprensión de lo que leen, lo que los lleva a requerir de un tiempo mayor para elaborar análisis o reflexiones sobre los materiales que se les dejan; no hay una disposición para que con gusto dediquen un espacio diario a la lectura por placer y sienten que se les obliga a hacer una actividad fastidiosa.
Por eso soy un convencido de que la mejor manera de que nuestros jóvenes no presenten esas deficiencias que además nos han colocado como país en uno de los niveles más bajos en índice de educación y de lectura en particular, es que desde la más tierna infancia se comience a fomentar la lectura en los niños que los inicie en esta actividad, primero como un juego que se haga con placer, con entusiasmo, para que se convierta en un hábito apasionante que los convierta en lectores que sientan la necesidad de saciar su espíritu tanto o más como la de saciar el cuerpo. Sólo que para que esto sea posible, los padres tenemos primero que convencernos de que para infundir en nuestros hijos este hábito hay que adquirirlo y predicar con el ejemplo.

Publicado el miércoles 05 de septiembre de 2006

1 comentario:

  1. Hola maestro, me pareció interesante este tema sobre la lectura en los niños y en verdad creo que es de vital importancia que los niños se acerquen a los libros. En mi caso, tengo un padre que es un ávido lector(aunque el trabajar todo el día ya no le da tiempo) y el verlo leyendo en cada cuando yo era pequeña fue parte de lo que me motivo a acercarme a los libros. En las pocas horas que pasabamos con él(mis hermanos y yo), nos leía un libro antes de dormir ya que en la noche era el único momento del día en que podía verlo. Recuerdo que por ese tiempo nos leyó las aventuras de Sherlock Holmes, algunos cuentos de los Grimm y la vuelta al mundo en 80 días. Esos libros no los había vuelto a tocar hasta recientemente, pero sabía las historias y recordaba a los personajes. Es curioso como a pesar de que la batuta de mi crianza la llevo mi madre, pero toda mi ideología, personalidad y gustos son el retrato vivo de mi padre.¿Qué quiero decir con todas estas chacharas? Que un libro no sólo ayuda al niño a desarrollar su imaginación, a cultivarse y a divertirse; un libro puede ser el puente entre nosotros, nuestro padres y nuestros hijos,¿no lo cree así?
    sinceramente agradezco cada página de esos libros.

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