viernes, 8 de enero de 2010

medios-2

La TV produce atrofia cultural

Por Daniel Peláez Carmona


Uno de los mas acuciosos estudiosos del fenómeno de la televisión, el italiano Giovanni Sartori es su libro Homo videns realiza una acerba crítica a este poderoso e influyente medio de comunicación, porque sostiene que transforma la esencia del ser humano al arrancarle la posibilidad de su realización como ser pensante (homo sapiens) mediante la utilización de los símbolos que constituyen el lenguaje y que sirven para la construcción de las ideas y convertirlo en un ser más cercano al reino animal (que no puede pensar y no cuenta con un lenguaje estructurado y complejo de signos), en el homo videns. A continuación presento una serie de citas textuales y resumidas en la que este filósofo de la ciencia política en particular, y de las ciencias sociales en general, expone su punto de vista sobre lo que representa la televisión para el género humano:
“Es la televisión la que modifica la naturaleza de la comunicación, pues la traslada del contexto de la palabra al de la imagen. La diferencia es radical. La palabra es un símbolo que se resuelve en lo que significa y en lo que nos hace entender. Y entendemos la palabra sólo si podemos, es decir, si conocemos la lengua a la que pertenece; en caso contrario, es letra muerta, un símbolo o un sonido cualquiera. Por el contrario, la imagen es pura y simple representación visual. La imagen se ve y es suficiente; y para verla basta con poseer el sentido de la vista, basta con no ser ciegos. La imagen no se ve en chino, árabe o inglés. (p. 35)
“La televisión no es un anexo; es sobre todo una sustitución que modifica sustancialmente la relación entre entender y ver... La televisión está produciendo una permuta, una metamorfosis que revierte en la naturaleza misma del homo sapiens. La televisión no sólo es instrumento de comunicación es también, a la vez paideia, un instrumento antropogenético, un médium que genera un nuevo antrophos, un nuevo tipo de ser humano. (p. 36)
“Nuestros niños ven la televisión durante horas y horas, antes de aprender a leer y a escribir. La televisión es la primera escuela del niño(la escuela divertida que precede a la escuela aburrida) y el niño es un animal simbólico que recibe su insprint, su impronta educacional, en imágenes de un mundo centrado en el hecho de ver. (p. 37)
“Por otro lado, el niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por tanto, la mayoría de las veces, es un ser reblandecido por la televisión, adicto de por vida a los videojuegos.
“Con la imagen que destrona a la palabra se asedia a una cultura juvenil que describe perfectamente Alberoni Francesco Los jóvenes caminan en el mundo adulto de la escuela del Estado... de la profesión como clandestinos... En la escuela, escuchan perezosamente lecciones que enseguida olvidan. No leen periódicos... Se parapetan en su habitación con carteles de sus héroes, ven sus propios espectáculos, caminan por la calle inmersos en su música. Despiertan sólo cuando se encuentran en la discoteca por la noche, que es el momento en el que, por fin, saborean la ebriedad de apiñarse unos con otros, la fortuna de existir, como un único cuerpo colectivo danzante (p. 38)
“El videoniño es un adulto sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber transmitido por la cultura escrita y que responde fundamentalmente a los estímulos audiovisuales. A los 30 años es un adulto empobrecido marcado toda su vida por una atrofia cultural.”
Aunque el autor aclara que no se puede hacer tabla rasa negativa de la televisión y señala que ésta puede tener una orientación favorable en la sociedad y concluye en la necesidad de que tiene que cambiar esencialmente en sus formas y contenidos y crear una alternativa televisiva a la que fomentan las grandes cadenas privadas de televisión mundial y que se reproducen en nuestro país.
Y en este sentido, retomo la justa crítica que el gobernador del Estado hizo a la televisión mexicana, principalmente a las dos grandes cadenas privadas a las que llamó a reorientar los contenidos y horarios de su programación para evitar el daño educativo, espiritual y moral que se causa a nuestros niños con el alto contenido de violencia, sexo, chabacanería, espectáculo vanal y temática que debieran proyectarse en horarios en que los niños son espectadores activos o pasivos.
No olvidemos que a pesar de que se trata de empresas privadas y que en aras de la libertad de expresión sostienen que debe haber plena anuencia para que se pasen los programas con formatos y contenidos que no tengan taxativas, están utilizando el espacio aéreo por el que transmiten sus señales y este es un bien público, por lo que atente contra la moral pública o que dañe a terceros, también está consignado en la Constitución, debe ser sujeto de limitantes. Y a eso es a lo que debiéramos llegar, a la regulación, la palabra la tienen nuestros legisladores.

Publicado el miércoles 30 de agosto de 2006

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