viernes, 8 de enero de 2010

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Fomentar la lectura en los niños

Por Daniel Peláez Carmona

Una de las novedades que presentó la VIII Jornada del Libro Universitario Altexto 2006 que organiza la Universidad de Colima es el establecimiento de un área especial para los niños, a la que se le ha denominado Altexto Niños y en donde además de que pueden acceder junto con sus padres a una gran variedad de libros de distintas editoriales y de diferentes características, materias, formatos y dimensiones, tienen la posibilidad de junto con otros pequeños disfrutar de actividades como cuentacuentos, taller de pintura y de un ciclo de cine infantil.
Del 29 de agosto al 08 de septiembre en las instalaciones de la Pinacoteca Universitaria, o sea hasta este próximo viernes, quienes estén convencidos de que la lectura es una actividad que debe fomentarse en sus hijos, pueden acudir a este espacio que la Universidad de Colima ofrece no sólo a los universitarios, sino al público en general para comenzar junto con sus pequeños a deambular por este maravilloso mundo de la lectura.
Como bien se señala en la presentación del programa: “Buscando el fomento de la lectura como una fuente de placer y transmisión de cultura, que permite a los niños tener una amplia variedad de experiencias alrededor de la narración oral y escrita, surge Altexto Niños, un espacio en el que los más pequeños podrán acercarse y descubrir el maravilloso mundo de los libros”. Y es necesario decir que el acercamiento a la lectura no solo es para aquellos pequeños que ya saben leer y escribir, sino para todas las edades, porque el contacto con los libros, desde mi punto de vista, debe iniciar en los niños desde que comienzan a explorar con sus manos y sus ojos, es decir, que desde sus primeros meses ya pueden comenzar a tener contacto visual y de tacto con libros que están diseñados especialmente para estas edades.
Creo que uno de los principales elementos que nos pueden servir para contrarrestar la influencia nociva que puede tener la televisión es acercar a nuestros hijos con los libros, que nos sentemos con ellos a revisar textos que les llamen la atención, que les dediquemos un espacio de cada día a la lectura de textos no muy extensos, para que no se enfaden; se puede acercarlos a libros que solo tienen figuras y colores y poco texto, para que vayan aprendiendo nuevas palabras e identificando los objetos y acciones con los que tienen relación en forma cotidiana; o por ejemplo, adquirir un libro que tiene pegatinas o que requiera pintar, para que el niño trabaje y relacione la lectura con otras actividades manuales que los motiven, etc. En este espacio que ofrece Altexto niños podemos encontrar todas estas alternativas.
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos quienes trabajamos con estudiantes, en mi caso de nivel profesional, es la falta de hábito de lectura de los jóvenes que se refleja en una expresión oral y escrita muy limitada, con un vocabulario que se reduce a escasos 100 0 150 vocablos o menos, que no pueden elaborar un escrito propio de más de 5 renglones o que no pueden construir un discurso oral sin tartamudear o sin enfrentar serios problemas; además de que hay un déficit en la comprensión de lo que leen, lo que los lleva a requerir de un tiempo mayor para elaborar análisis o reflexiones sobre los materiales que se les dejan; no hay una disposición para que con gusto dediquen un espacio diario a la lectura por placer y sienten que se les obliga a hacer una actividad fastidiosa.
Por eso soy un convencido de que la mejor manera de que nuestros jóvenes no presenten esas deficiencias que además nos han colocado como país en uno de los niveles más bajos en índice de educación y de lectura en particular, es que desde la más tierna infancia se comience a fomentar la lectura en los niños que los inicie en esta actividad, primero como un juego que se haga con placer, con entusiasmo, para que se convierta en un hábito apasionante que los convierta en lectores que sientan la necesidad de saciar su espíritu tanto o más como la de saciar el cuerpo. Sólo que para que esto sea posible, los padres tenemos primero que convencernos de que para infundir en nuestros hijos este hábito hay que adquirirlo y predicar con el ejemplo.

Publicado el miércoles 05 de septiembre de 2006

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La TV produce atrofia cultural

Por Daniel Peláez Carmona


Uno de los mas acuciosos estudiosos del fenómeno de la televisión, el italiano Giovanni Sartori es su libro Homo videns realiza una acerba crítica a este poderoso e influyente medio de comunicación, porque sostiene que transforma la esencia del ser humano al arrancarle la posibilidad de su realización como ser pensante (homo sapiens) mediante la utilización de los símbolos que constituyen el lenguaje y que sirven para la construcción de las ideas y convertirlo en un ser más cercano al reino animal (que no puede pensar y no cuenta con un lenguaje estructurado y complejo de signos), en el homo videns. A continuación presento una serie de citas textuales y resumidas en la que este filósofo de la ciencia política en particular, y de las ciencias sociales en general, expone su punto de vista sobre lo que representa la televisión para el género humano:
“Es la televisión la que modifica la naturaleza de la comunicación, pues la traslada del contexto de la palabra al de la imagen. La diferencia es radical. La palabra es un símbolo que se resuelve en lo que significa y en lo que nos hace entender. Y entendemos la palabra sólo si podemos, es decir, si conocemos la lengua a la que pertenece; en caso contrario, es letra muerta, un símbolo o un sonido cualquiera. Por el contrario, la imagen es pura y simple representación visual. La imagen se ve y es suficiente; y para verla basta con poseer el sentido de la vista, basta con no ser ciegos. La imagen no se ve en chino, árabe o inglés. (p. 35)
“La televisión no es un anexo; es sobre todo una sustitución que modifica sustancialmente la relación entre entender y ver... La televisión está produciendo una permuta, una metamorfosis que revierte en la naturaleza misma del homo sapiens. La televisión no sólo es instrumento de comunicación es también, a la vez paideia, un instrumento antropogenético, un médium que genera un nuevo antrophos, un nuevo tipo de ser humano. (p. 36)
“Nuestros niños ven la televisión durante horas y horas, antes de aprender a leer y a escribir. La televisión es la primera escuela del niño(la escuela divertida que precede a la escuela aburrida) y el niño es un animal simbólico que recibe su insprint, su impronta educacional, en imágenes de un mundo centrado en el hecho de ver. (p. 37)
“Por otro lado, el niño formado en la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por tanto, la mayoría de las veces, es un ser reblandecido por la televisión, adicto de por vida a los videojuegos.
“Con la imagen que destrona a la palabra se asedia a una cultura juvenil que describe perfectamente Alberoni Francesco Los jóvenes caminan en el mundo adulto de la escuela del Estado... de la profesión como clandestinos... En la escuela, escuchan perezosamente lecciones que enseguida olvidan. No leen periódicos... Se parapetan en su habitación con carteles de sus héroes, ven sus propios espectáculos, caminan por la calle inmersos en su música. Despiertan sólo cuando se encuentran en la discoteca por la noche, que es el momento en el que, por fin, saborean la ebriedad de apiñarse unos con otros, la fortuna de existir, como un único cuerpo colectivo danzante (p. 38)
“El videoniño es un adulto sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber transmitido por la cultura escrita y que responde fundamentalmente a los estímulos audiovisuales. A los 30 años es un adulto empobrecido marcado toda su vida por una atrofia cultural.”
Aunque el autor aclara que no se puede hacer tabla rasa negativa de la televisión y señala que ésta puede tener una orientación favorable en la sociedad y concluye en la necesidad de que tiene que cambiar esencialmente en sus formas y contenidos y crear una alternativa televisiva a la que fomentan las grandes cadenas privadas de televisión mundial y que se reproducen en nuestro país.
Y en este sentido, retomo la justa crítica que el gobernador del Estado hizo a la televisión mexicana, principalmente a las dos grandes cadenas privadas a las que llamó a reorientar los contenidos y horarios de su programación para evitar el daño educativo, espiritual y moral que se causa a nuestros niños con el alto contenido de violencia, sexo, chabacanería, espectáculo vanal y temática que debieran proyectarse en horarios en que los niños son espectadores activos o pasivos.
No olvidemos que a pesar de que se trata de empresas privadas y que en aras de la libertad de expresión sostienen que debe haber plena anuencia para que se pasen los programas con formatos y contenidos que no tengan taxativas, están utilizando el espacio aéreo por el que transmiten sus señales y este es un bien público, por lo que atente contra la moral pública o que dañe a terceros, también está consignado en la Constitución, debe ser sujeto de limitantes. Y a eso es a lo que debiéramos llegar, a la regulación, la palabra la tienen nuestros legisladores.

Publicado el miércoles 30 de agosto de 2006

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La TV engorda

Por Daniel Peláez Carmona


En la inauguración del ciclo escolar 2006-2007 el gobernador del Estado, Silverio Cavazos Ceballos, echó a andar un programa de peso y talla que pretende dar seguimiento a estos dos factores del crecimiento de los niños de educación básica –preescolar, primaria y secundaria- con el propósito de combatir el problema de sobrepeso y obesidad que se presenta en la mayoría de los habitantes de Colima, de acuerdo con estadísticas publicadas por la Secretaría de Salud –que refiere a 400 mil colimenses que padecen ese problema- y que afecta en forma preponderante a los niños, quienes desde las más tiernas edades ya afrontan los riesgos que representan el sobrepeso y la obesidad.
El nuevo programa estatal me parece muy atinado, porque el problema que pretende atender, que es de envergadura nacional, tiene consecuencias nefastas sobre la salud física y mental de los infantes y son el preámbulo del padecimiento de males posteriores como la diabetes, la hipertensión arterial o los problemas cardiovasculares asociados al exceso de peso.
En esta colaboración me interesa abordar el problema del sobrepeso y obesidad en su asociación con las horas que los niños pasan frente al televisor y que justifican el título de este artículo.
De acuerdo con algunos estudios realizados en fechas recientes en Estados Unidos han demostrado que las horas dedicadas a ver televisión por los niños influye en forma determinante en sus condiciones físicas. “Los niños dedican una parte importante de su vida a ver televisión, diversas investigaciones han emitido la hipótesis de que esto produce obesidad por uno o más de tres mecanismos: Desplazamiento de la actividad física, aumento del consumo de alimentos no aptos mientras se ve TV o causado por los efectos de la publicidad y reducción del metabolismo en reposo. Los varones que ven más de tres horas de televisión al día tienen dos veces más probabilidades de ser obesos que los que la ven menos de una hora al día, por tanto una de las estrategias importantes dentro del tratamiento es restringir esta, se revisan algunas pautas de tratamiento complementarias” (La televisión y los niños: II Obesidad. Reyes Gómez Ulises, Sánchez Chávez Nora Patricia, Reyes Hernández Ulises, Reyes Hernández Diana, Carbajal Rodríguez Luis. Tomado de www.imbiomed.com.mx)
Por su parte, la investigadora Lourdes Roca señaló después de realizar un estudio que “La permanencia de los niños frente a la televisión se ha incrementado hasta llegar a siete horas diarias”, y alerta sobre el perjuicio que ocasiona la prolongada pasividad del pequeño en detrimento de su desarrollo intelectual, social y de salud.
La investigadora, quien organizó la exposición itinerante ¿Cómo la ves? que se encuentra en el Instituto Dr. José María Luis Mora, se dijo alarmada tras el proyecto que realizó el Laboratorio Audiovisual de Investigación Social de dicha casa de estudios y del cual emergen datos referentes a los niveles de educación, salud y sociabilización entre los infantes.
Manifestó que la exposición fue planeada para que padres y maestros reflexionen sobre los perjuicios que ocasiona ver por mucho tiempo la televisión y las alternativas existentes para salvar esa situación.
La problemática, explicó Lourdes Roca, es que "los niños y jóvenes ven el televisor de tres a cinco horas diarias en promedio y en el caso de preescolares el tiempo se incrementa de cuatro a siete horas".
El 95 por ciento de la población, continúa la maestra, ve televisión comercial; en el caso de los niños el sedentarismo se ha arraigado y los problemas de obesidad y de diabetes se extienden entre los infantes.
La inactividad que tienen los niños cuando están frente al televisor y el consumo excesivo de los productos anunciados propician el sobrepeso y la obesidad en la salud infantil y juvenil; casos que luego devienen en hipertensión y diabetes.
Tan sólo en el Distrito Federal, 45 por ciento de los niños padecen sobrepeso y 20 millones de mexicanos padecen hipertensión. La maestra Roca advierte que los casos por diabetes se incrementan de manera peligrosa entre los niños, desde la edad preescolar.
En ello también ha contribuido la televisión debido a que los productos industrializados que se anuncian son en su gran mayoría altos en grasas y sal, como la comida rápida y las frituras, y altos en azúcar como los refrescos, las bebidas refrescantes, los pastelillos y las golosinas. Otro problema de salud que han detectado los investigadores son las afecciones dentales por la misma ingesta de los productos industrializados.
Por último, refiero que un estudio publicado en la revista médica estadunidense Pediatrics revela que el máximo tiempo para que su hijo permanezca frente al televisor es de dos horas diarias máximo, porque esta actividad limita el ejercicio físico y han sido factores que ponen en riesgo a muchos niños. Sobre todo de padecer obesidad, “en México, sólo el tres por ciento de los niños practica algún deporte”, añade.
Es pues urgente, que los padres de familia junto con las autoridades tomemos conciencia del riesgo que representa el que nuestros hijos pasen demasiadas horas frente al televisor y tomemos las medidas necesarias para combatir este hábito nocivo, pero para ello se requiere que se desarrollen los programas que ofrezcan alternativas a los padres y niños niños para llenar esos espacios que no se dedicarán a la televisión como podría ser, el establecimiento de un programa intensivo de acondicionamiento físico ligado al programa escolar que involucre a los niños a su preparación física por su salud y bienestar, pero con personal capacitado para ello.
También se deberían extender e intensificar los programas de fomento a la lectura tanto en escuelas como en bibliotecas y lugares públicos, pero que al mismo tiempo se busque abaratar los costos de libros para que sean accesibles a personas de escasos recursos económicos; que se fomenten los espacios en donde se desarrollen juegos recreativos de mesa y educativos que incentiven a los menores; que se incrementen los programas de visitas culturales gratuitas a museos y espacios recreativos y culturales que sean alternativas para padres y niños en sus tiempos libres.
Y desde luego, debería incluirse entre los programas de dieta de niños, jóvenes y adultos, la prohibición de ver tele en exceso, porque engorda.

Publicado el miércoles 23 de agosto de 2006
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Entender la realidad mexicana por la novela

Por Daniel Peláez Carmona


Mientras el compás de espera para conocer al ganador de la contienda por la Presidencia de la República, se hace muy largo y nos desesperamos porque un día y otro se suceden los llamados al respeto a la legalidad y a las instituciones, pero los mismos que hacen los llamados a su vez, violan las leyes y las instituciones, porque todos debiéramos esperar el veredicto final del Tribunal Electoral de la Federación, sin que se ejerza presión ni mediática, ni política, sino que se lo deje actuar.
Un buen antídoto para contrarestar el hartazgo que genera un proceso electoral es la lectura de cualquier obra de literatura universal y mexicana y una recomendación personal es el de la novela histórica, porque en ella podemos abrevar el conocimiento más profundo de la realidad nacional y la explicación de muchos de los fenómenos que ocurren en el tiempo contemporáneo, pero que tienen sus orígenes en la historia.
Un ejemplo de este tipo de novela es la de El Agua Envenenada de Fernando Benítez, que me gustaría reseñar en este espacio.
Este gran escritor mexicano, nació en la Ciudad de México. Periodista, narrador y catedrático se inició en el periodismo en 1934 como colaborador de 'Revista de Revistas'. Fue profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, desde donde impulsó varias generaciones de escritores. Fernando Benítez dirigió los diarios 'El Nacional', 'Daily News' y 'Diario de la tarde' y los suplementos culturales 'Revista Mexicana de Cultura', México en la cultura', 'La Cultura en México', 'Sábado', 'Jornada Semanal' y 'Libros de La Jornada'. Además de periodista, espléndido reportero y ensayista polémico fue un gran escritor y extraordinario amigo y maestro. Entre sus libros destacan además Los indios de México y El Rey Viejo.
En la lectura de El Agua Envenenada no puede uno dejar de evocar la realidad que vive el pueblo mexicano y de sentir la rabia y la impotencia que en su momento llegan a sentir los pobladores de Tajimaroa, al mirar como se sucedían uno tras otro los desmanes, los atropellos, las injusticias cometidas por el cacique del pueblo que era el dueño -o cuando menos así se sentía- hasta de la respiración de cada uno de los pobladores.
La vida de Tajimaroa es la vida de muchos pueblos de México, es la vida de todo México: de verse brutalmente atropellado por hombres que se dijeron representar los intereses del pueblo mexicano y que a la sombra de la Revolución se enriquecieron; a nombre de la Revolución se hicieron del poder político; a nombre de la Revolución asesinaron; al amparo de la Revolución violaron mujeres; y cobijados en los postulados de esa revolución se convirtieron en los nuevos dictadores del pueblo. Si ellos se levantaron en armas contra Porfirio Díaz, poco tardaron en convertirse en los nuevos dictadorzuelos de sus pueblo..
Ulises Roca -el cacique de Tajimaroa en la novela-, era de esos hombres privilegiados que al fin de la lucha armada, obtuvieron una buena bonificación por los servicios prestados a la causa revolucionaria y como bien dice el dicho que "nadie es profeta en su tierra", él, originario de Veracruz, se instaló -para desgracia de los michoacanos- en Tajimaroa y ahí sentó sus reales.
Establecido como un próspero agricultor que se dedicó a sembrar y comerciar flores, con la connivencia de autoridades federales y la complacencia de las estatales, se enriqueció a costa de las propiedades de los pobladores, a quienes después de ofrecerles una bagatela por sus tierras y si no aceptaban, por la fuerza se las arrebataba; una corte de pistoleros se encargaban del trabajo sucio; imponía autoridades municipales a su antojo y a las rebeldes las "presionaba" para que se alinearan con el jefe; las mujeres eran víctimas constantes de los deseos del cacique y sus pistoleros; el erario público pasaba directamente a engordar los bolsillos de Don Ulises, mientras las calles del pueblo eran lodazales y faltaban los servicios más indispensables.
Pero como no hay cacique que dure cien años, ni pueblo que los aguante, a Don Ulises se le llegó su día. La mayoría del pueblo -así lo describe Benítez por boca del sacerdote del pueblo, quien es el narrador de los acontecimientos- estaba inconforme, pero tenía miedo. Esas condiciones hicieron mella profunda en los estudiantes y principalmente en Manuel, quien se convirtió en el líder del movimiento, primero secreto y después masivo. El levantamiento popular terminó con la muerte violenta del cacique y la masacre inmisericorde de campesinos por parte del ejército como "escarmiento" a su osadía.
Dice Benítez, en palabras puestas en boca del cura al procurador: "Los culpables, los únicos culpables de lo ocurrido en Tajimaroa son ustedes mismos, los que inventan cohechos y trampas para mantener la sujeción y burlar el voto de la gente sencilla, los que defraudan su anhelo de verse gobernado por los mejores y no por los peores según es la regla en México"
Y al referirse al pueblo "Casi todos son hombres analfabetos, hombres condenados a la miseria desde el nacimiento hasta la muerte, sin oportunidades, sin libros, sin elevados ejemplos, cuyo destino es sufrir la enfermedad, el hambre, los pequeños robos oficiales, las pequeñas trampas, las pequeñas infamias, las pequeñas deshonras. Solo son útiles a la hora de votar en sus elecciones prefabricadas, a la hora de pagar los impuestos, a la hora de arrancarles sus últimos centavos...este pueblo de Tajimaroa, que una vez en treinta años pidió justicia y como no se la dieron plenamente, él se la tomó por su mano destruyendo el cacicazgo para siempre."
Aún cuando es un hecho que los herederos de la Revolución han dejado ya el poder de la Presidencia de la República y que la democracia ha hecho su arribo a nuestro país, la lacerante realidad que padecen millones de mexicanos y que describe con maestría Fernando Benítez, todavía sigue esperando justicia.

Publicado el miércoles 26 de julio de 2006

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Juárez, a 200 años

Por Daniel Peláez Carmona

El 11 de mayo de 1867 en una sesión solemne, el Congreso Nacional Dominicano acordó aclamar a D. Benito Juárez García, Benemérito de la América. En su alocución el diputado Madrigal dijo que “ponía en conocimiento de la Cámara la plausible noticia recibida últimamente de que Juárez acababa de conseguir un espléndido triunfo, dando un golpe de muerte al imperio en mala hora fundado en México; que el Presidente Juárez por este hecho se hacía acreedor a los vítores de toda la América, pues que destruyendo para siempre la preponderancia de Europa en este Hemisferio, mataba cuantas esperanzas de dominio pudiera ésta abrigar en lo sucesivo; que al llamar la atención de la Cámara sobre este hecho, era con el objeto de que el Congreso Dominicano por su parte, aclamase a Juárez Benemérito de la América; que la República Dominicana estaba en aptitud para ello y podía tomar la iniciativa, dando así el ejemplo a las demás repúblicas, sus hermanas, que quisieran mostrar su simpatía por la causa de la libertad de México, a la que no dudaba debía seguirse la de toda América de uno a otro extremo..”.(tomado de Benito Juárez, José Manuel Villalpando, México, Planeta DeÁgostini, 2002 p.140)
Ayer se cumplieron 200 años del nacimiento de quien, a partir de ese acuerdo del Congreso de la República Dominicana, ha sido considerado el Benemérito de las Américas, uno de los más grandes hombres que ha dado la historia de México, cuyas ideas, propuestas y proyectos de gobierno y sobre todo su acción política en defensa de la soberanía nacional, de la República y de la Constitución de 1857, trascendieron las fronteras nacionales y su propia época histórica para instalarse en la memoria de los mexicanos y extranjeros como uno de los héroes mexicanos (más allá de la historia de bronce), esos sí verdaderos.
Con motivo del bicentenario del natalicio del primer mandatario de origen indígena en la historia de los pueblos de Iberoamérica, se decidió realizar diversos eventos de carácter oficial para conmemorar tan magno acontecimiento, aunque en algunos casos suene más a hipocresía, pues se han ofrecido pruebas suficientes que no se comulga con los principios juaristas (como el de la defensa de la soberanía, el de la no intervención, el del laicismo y la separación de la Iglesia y el Estado), pues hasta la fotografía fue retirada de algunos despachos para no tenerlo de testigo de la infausta forma de gobernar.
En todos los eventos salieron a relucir discursos rimbombantes acerca de la vida del “indio de Guelatao”, pero como suele ocurrir en estos casos, sólo son utilizados en los momentos de la fiebre por la celebración del acontecimiento, pero pronto pasan a ocupar el archivo de las cosas inútiles, pues poco se hace por refrendar las ideas y propuestas de Juárez y menos porque los mexicanos conozcamos a profundidad la vida y la obra de este insigne mexicano.
Decía José Luis Cuevas en una entrevista que le hicieron en un programa de televisión, que qué les recomendaría a los candidatos a la Presidencia de la República y parcamente respondió: “Les recomendaría que leyeran, sobre la historia y la literatura de nuestro país”. Y bueno sería que entre esas lecturas, se encontraran las obras de Benito Juérez.
En los Apuntes para mis hijos, Juárez delinea lo que opina acerca de los gobernantes: “Los gobiernos civiles no deben tener religión porque siendo su deber proteger imparcialmente la libertad que los gobernados tienen de seguir y practicar la religión que gusten adoptar, no llenarían fielmente ese deber si fueran sectarios de alguna. Este suceso fue para mí muy plausible para reformar la mala costumbre que había de que los gobernantes asistiesen hasta a las procesiones y aún a las profesiones de monjas, perdiendo el tiempo que debían emplear en trabajos útiles a la sociedad. Además, consideré que no debiendo ejercer ninguna función eclesiástica ni gobernar a nombre de la Iglesia, sino del pueblo que me había elegido, mi autoridad quedaba íntegra y perfecta, con sólo la protesta que hice ante los representantes del Estado de cumplir fielmente mi deber. De este modo evité el escándalo que se proyectó y desde entonces cesó en Oaxaca la mala costumbre de que las autoridades civiles asistiesen a las funciones eclesiásticas. A propósito de malas costumbres había otras que sólo servían para satisfacer la vanidad y la ostentación de los gobernantes como la de tener guardias de fuerza armada en sus casas y la de llevar en las funciones públicas sombreros de una forma especial. Desde que tuve el carácter de Gobernador abolí esta costumbre usando de sombrero y traje del común de los ciudadanos y viviendo en mi casa sin guardia de soldados y sin aparato de ninguna especie porque tengo la persuasión de que la respetabilidad del gobernante le viene de la ley y de su recto proceder y no de trajes ni de aparatos militares propios sólo para los reyes de teatro. Tengo el gusto de que los gobernantes de Oaxaca han seguido mi ejemplo”. (Benito Juárez, Primera edición cibernética, marzo del 2004 Captura y diseño, Chantal López y Omar Cortés, en www.antorcha.net/biblioteca_virtual
Y en su toma de protesta como gobernador de Oaxaca vuelve a enseñar a quienes quieren gobernar: “Hijo del pueblo, yo no olvidaré, por el contrario, sostendré sus derechos, , cuidaré de que se ilustre, se engrandezca y se cree un porvenir y que abandone la carrera de desorden, de los vicios y de la miseria a que lo han conducido los hombres que sólo con sus palabras se dicen sus amigos y libertadores, pero que con sus hechos son sus más crueles tiranos” (Benito Juárez, Discurso en la toma de protesta como Gobernador de Oaxaca en 1849, tomado de Benito Juárez, José Manuel Villalpando, México, Planeta DeÁgostini, 2002 p. 18)
Esas y muchas lecciones de actualidad se pueden encontrar en la vida y la obra de quien ayer cumpliría 200 años, como dice el danzón “Sí Juárez no hubiera muerto”.

Publicado el 22 de marzo de 2006

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Por qué insistir en la lectura
Por Daniel Peláez Carmona

Hace unos días, con motivo de la terminación de los estudios de primaria de dos de mis sobrinos, decidí regalarles una colección de seis libros de los más significativos de Julio Verne, que me encontré a un precio muy accesible en la librería Altexto de la Universidad de Colima y con ellos, les envié una carta en la que les expuse algunas reflexiones de por qué este tipo de regalo, pensando que si algo no les gusta a los niños y jóvenes de hoy es que les regalen libros y aprovecho para exponer algunas de esas ideas.
“Por este tan tradicional, como ya casi obsoleto medio, quiero hacerles llegar la justificación de por qué les obsequio este pequeño gran tesoro de la Literatura Universal y no otra cosa que quizás pudiera resultar más atractiva para dos adolescentes como ustedes.
“Una de las grandes epidemias de la humanidad entera en sus distintas sociedades- es decir, en los diferentes países- es la mediocridad y la desinformación, es decir, que en una sociedad en donde aparentemente, todo el mundo debe estar bien informado, y poseer una vasta cultura universal, porque vivimos en el mundo de la revolución cibernética y comunicacional, en el que el internet, la radio y la TV.-aunado a la telefonía digital- hacen que los mensajes fluyan en forma vertiginosa y podamos tener acceso con suma facilidad a cualquier tipo de información que debiera hacernos hombres más cultos, más preparados, profundamente humanistas en toda la extensión del significado de la palabra.
“Sin embargo, no es así, la realidad dista mucho de contar hoy con hombres- en términos genéricos- jóvenes o adultos con una amplia cultura, que conozcan de su lengua, que la manejen a la perfección, que sepan de su historia o de la historia del mundo, que dominen o cuando menos conozcan sus líneas generales, de la literatura y el arte universales, que sepan de música, de cultura global, etc., pero no, en un mundo con tanta información, seguimos teniendo jóvenes estudiantes o profesionistas carentes de cultura, en ocasiones hasta de la más elemental, sumidos en el uso y el abuso de una generalidad de espacios como el chat o la mensajería telefónica en el que su lenguaje se reduce a unas cuantas palabras que se repiten como una constante, como el “güey”, el “chido” o el “padre” o ese tipo de vocabulario “avaro” caracterizado por articulaciones cifradas como TQM, TKCH y otras que se hacen para limitar las expresiones, porque así lo exigen los costos del mensaje telefónico; o la flojera de escribir completo, como pudiera hacerse en el mensaje de correo electrónico, y que se ha generalizado como un mal hábito; parece que si continuamos en ese tenor, pronto nos vamos a comunicar como nuestros ancestros, a señas, porque nuestra juventud se va a quedar muda.
“Y si le damos por el lado de la carencia de conocimientos de la historia, o de la literatura, la depauperizacion del individuo es todavía más evidente. Los jóvenes de hoy no conocen sus orígenes, no conocen cuál ha sido el devenir histórico de la humanidad desde su desarrollo como especie en la prehistoria, pasando por las primeras formas de organización social hasta la conformación de las primeras grandes civilizaciones, como los egipcios, la Mesopotamia - El Iraq destruido de hoy -, los chinos, los fenicios, los persas, etc. que fueron primero que el mundo occidental europeo que hoy nos quieren hacer aparecer como madre de la civilización, porque ahí se desarrollaron Grecia y Roma, pero los orígenes grandiosos de la civilización están en el norte de Africa, en Medio Oriente y en el Oriente extremo.
“Poco saben de nuestra propia historia, de nuestras raíces, de las grandes culturas como la maya, la teotihuacana, la totonaca, la tolteca, la zapoteca, mixteca, tarasca o azteca que tuvieron tiempos gloriosos y manifestaciones sorprendentes, y que crearon maravillas como la pirámide de Chichén Itzá que ya lo era, pero la han oficializado en ese reciente evento cargado de mercadotecnia.
“Y si le damos por la literatura, pues también en ese terreno hay un colosal desconocimiento y mayor la falta de acceso a las obras producidas por el genio del hombre. Es decir, no sólo no han leído a los literatos y sus obras, novelas, cuentos, teatro o poesía, sino ni siquiera saben que existen. La mas grande obra de literatura de todos los tiempos Don Quijote de la Mancha, se escribió en nuestro idioma, el español y a 400 años de que fue escrita, hoy sigue siendo la mas grande. Otra de las expresiones literarias más grandes de la historia, La Biblia, tanto en el antiguo como en el Nuevo Testamento, que hace muchos siglos fue confeccionada, hoy sigue siendo fuente inagotable de enseñanza, de metáforas y demás figuras que nos llevan a reflexionar y a tratar de entender con su lectura a los hombres, sus vicios y sus virtudes. Así como estos dos grandes ejemplos existen miles, millones de obras de literatura escritas en todos los idiomas y de esas a cuántas hemos accedido.
“Yo les he preguntado a egresados de profesional cuántos libros completos han leído y les sobran dedos de una mano. Si les preguntas si conocen la Ilíada, La Odisea, EL Mahbarata y el Ramayana, El Popol Vuh, las Mil y una noches, expresiones de la literatura antigua o si alguna vez han oído hablar de Miguel de Cervantes, de Erasmo de Rotterdam, de Nicolás Maquiavelo, de San Agustín de Hipona o Santo Tomas de Aquino, de William Shallespeare o si han leído sus obras, la respuesta casi siempre es negativa o un sepulcral silencio.
“Bueno, para no ir tan lejos, les pregunto, conocen a Alfonso Reyes, a Juan Rulfo, a Octavio Paz, a Ramón López Velarde, a Juan José Arreola o Amado Nervo, por mencionar unos ejemplos de los escritores mexicanos y la respuesta es ídem.
“Y ya no pueden decir que no pueden leer porque no pueden comprar los libros, cuando existen decenas de bibliotecas virtuales que ofrecen textos gratuitos para leer en línea o bajarlos e imprimirlos. No, ya no tienen excusa que justifique esa enfermedad que se llama ignorancia o dicen como el dicho aquel “La cultura me persigue, pero yo soy más rápido”.
“Muchachos, disculpen mi atrevimiento, mi osadía para escribirles estas palabras, pero lo que quiero es convencerlos de que la lectura es un hábito a desarrollar del que no se van a arrepentir nunca y que siempre les va a proporcionar satisfacciones y beneficios, porque los va a hacer mejores, si ya son excelentes estudiantes, razón para felicitarlos y congratularnos ampliamente, si se hacen ávidos lectores, si se sumergen en ese océano de posibilidades que les ofrece la literatura universal, seguramente se convertirán en hombres ilustres, en humanistas notables, pero no por la publicidad, sino por su sabiduría.
“Hoy les regalo esta muestra de la literatura de un hombre, Julio Verne, quien además de ser un genio, escribió a muy temprana edad; de ser muy prolijo, con más de un centenar de creaciones literarias; fue un hombre que se adelantó a su tiempo, que imaginó el viaje en globo o en avión, cuando aún no se desarrollaba la tecnología para hacerlo o que se sumergió en las profundidades del océano –en Veinte mil leguas de viaje submarino- cuando no existía la más remota posibilidad real de hacerlo.
“Disfruten su lectura y ojalá estas palabras sirvan para convencerlos de que tan útil puede ser que se conviertan en ávidos lectores”

Publicado el 25 de julio de 2008
En el periódico El comentario
Colima, Colima.